lunes, 20 de enero de 2014

-Procesion católica en Jerusalen

A fines de diciembre el medio The Independent publicó un artículo sobre la situación desolada de los cristianos en Medio Oriente. Tenía una idea justa. Los cristianos en Medio Oriente están en problemas. Están siendo masacrados en docenas de distintos lugares y millones están convirtiéndose en refugiados o están siendo forzados a huir. Sin embargo, sorprendentemente, el artículo fue dedicado casi enteramente a su triste situación en Israel, entre todos los lugares posibles. El título decía: "El príncipe Carlos, ‘Defensor de todas las fés’, ¿defenderá a los cristianos en Israel?"

No hay un solo cristiano en Israel que esté siendo perseguido debido a su religión. No ha habido un pogromo. Los cristianos de Israel están totalmente integrados en sus profesiones como médicos, abogados, jueces. La comunidad cristiana israelí es una minoría que en muchas áreas, como la educación universitaria, ha hecho logros destacables. Incluso más que los judíos. No necesitan a ningún Príncipe Carlos ni un The Independent que los defiendan. Pero de algún modo, la autora del artículo y el periódico han podido convertir nuevamente la situación en su cabeza y han convertido a la verdad en mentiras y a las mentiras en verdad.
Han creado una nueva realidad: el único lugar en Medio Oriente en el que los cristianos prosperan y florecen ha sido convertido por la industria de las mentiras en un lugar en el que están en problemas. Debo admitir que hay algo profundamente desesperanzador en estos artículos, que no son más que secuelas modernas de los Protocolos de los Sabios de Sion. Sin embargo, lo que es intrigante es que la autora del artículo en el periódico británico se llama Mira Bar-Hillel, una mujer judía y ex israelí. Parece que pertenece a una no tan nueva camada de judíos. Uno puede no criticar a Israel, dijo una vez, porque tal tipo de censura es inmediatamente percibida como antisemitismo. Este es un argumento familiar, uno que está incluso justificado en algunos casos. El problema no es la crítica. El problema son las mentiras. Y su "artículo" es un gran ejemplo del hecho de que el problema es el opuesto: los antisemitas quieren esparcir libelos de sangre y escapar del ataque con el reclamo de que están meramente criticando.
Bar-Hillel, como lo ha mostrado CIF Watch, una organización de vigilancia mediática, es una de las pocas judías que se identifica con el declarado antisemita Gilad Atzmon, otro ex israelí que está haciendo lo posible para advertir al mundo de los peligros de las conspiraciones internacionales judías. 
Siempre ha habido judíos antisemitas. Ahora algunos judíos israelíes también se han unido a la lista. Entre todas las comunidades humanas se puede encontrar a algunos enfermos mentales serios. El problema es que aquellos que sufren de ésta están publicando sus mentiras en un periódico que aparenta ser normal. No es un secreto que The Independetnt es un medio anti israelí. Eso no es noticia. El problema es que al dar una plataforma a Bar-Hillel para que publique un manifiesto que es una gran mentira deja en claro que el periódico no es solo anti israelí. Se está acercando peligrosamente a una vieja y bien conocida enfermedad: el antisemitismo.
Ben Dror Yemini es un importante periodista del diario Maariv, en hebreo, que da charlas sobre el impacto de políticas antiisraelíes.

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